Durante este año 2022, la cifra de migrantes llegados a Canarias ha aumentado casi en un 20% con respecto al año anterior, solo en el período que comprende desde enero hasta mayo, han sido 11.465 personas las que han llegado ilegalmente a las islas.
En 2020, fueron 23.023 migrantes los que llegaron a las costas canarias, y aunque en 2021 se redujo ligeramente hasta las 22.316 personas, siguen siendo cifras muy superiores a años anteriores.
Según los datos, en 2020 fueron 1.500 las personas que se quedaron a medio camino de llegar a Canarias y que unos 600 murieron ahogados o deshidratados en el mar. Los principales puntos de origen de las embarcaciones son países como Senegal, Costa de Marfil, Marruecos, el Sáhara Occidental y Mauritania.
Aunque un nuevo informe de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) reconoce que la ruta de Canarias nunca ha dejado de estar activa, por tanto, no es una situación de emergencia sino un problema estructural, sí que ha analizado cuáles son las razones que están llevando a los migrantes africanos a abandonar sus países de origen en 2022.
El cambio climático
Una de las principales razones que está llevando a los migrantes a buscar un futuro mejor es el cambio climático, el cual afecta a todo el mundo pero se manifiesta de forma más agresiva en países en desarrollo.
En África Occidental está generando impactos en la agricultura por la reducción de cosechas, así como en las capturas de la pesca que han bajado entre un 4 y 8%, además de la erosión que sufren las costas y que afecta a edificaciones y construcciones al borde del mar.
Pese a que estas regiones son algunas de las que menos aportan a este fenómeno mundial, son algunas de las que más lo sufren a causa de sus bajos recursos económicos y su poca capacidad adaptativa a los cambios bruscos.
La pandemia del Covid-19
Pese a que la enfermedad causada por el coronavirus no ha dejado tantas víctimas mortales como en otras regiones, sí que ha dejado al continente sin turismo y con una economía en recesión.
Por ejemplo en Senegal, donde es el segundo motor de la economía tras la pesca, ha supuesto una caída dramática para sus ingresos. A esto hay que sumarle que los países de África Occidental dependen de la exportación de pocos productos por lo que el cambio de los precios o de la demanda les afecta más de lo normal.
Solo en Senegal, se produjo una reducción de un 16% de las exportaciones y de un 30% de la llegada de remesas procedentes de migrantes asentados en la Unión Europea, lo que supuso un mayor esfuerzo de inversión que ha hecho contraerse a la economía regional en un 3,6%.
La sobrepesca
El sector pesquero es fundamental en África Occidental pues llega a emplear a 1,7 millones de personas de forma directa, y 6,7 millones indirectamente. Principalmente es el sector artesanal quien ocupa a la gran mayoría de la gente y el que sigue creciendo hoy en día, pero la industria pesquera es la que es clave en la economía de los países.
La sobreexplotación de otros muchos bancos pesqueros del mundo que han llevado a la falta de stock, ha hecho que la industria pesquera mundial dirija su mirada a África Occidental, donde las extracciones no paran de crecer y se estima que más de un tercio se explotan de forma no sostenible.
La pesca ilegal en los bancos del Atlántico oriental alcanza el 37% frente al 18% global, y sus principales explotadores son industrias de la Unión Europea, China, Rusia, Taiwán y Corea. Aunque, en teoría, operan en base a acuerdos de pesca, la mayor parte de su actividad no es legal.