El jugador de fútbol Sadio Mané sigue demostrando su compromiso con su Senegal natal y ahora que ha tenido unos días de vacaciones antes de incorporarse a su nuevo equipo, el Bayern de Munich, ha hecho una visita a sus compatriotas con nuevos gestos de generosidad.
Tal como él mismo publicaba en sus redes sociales, la semana pasada Mané visitó Bambali, su ciudad natal, donde tuvo la oportunidad de jugar un partido de fútbol amistoso contra otros ex jugadores de la Premiere League, Papiss Cisse y El-Hadji Diouf, además de visitar el hospital de más de 520.000 euros que fundó en 2021 y que ahora da servicio a 34 aldeas de alrededor.
En Bambali también ha construido una escuela de secundaria, en la que ha invertido 300.000 euros, y que ha hecho que la población haya aumentado en más de 2.000 personas gracias a las muchas inversiones que el jugador de fútbol ha llevado a cabo. Durante su estancia en Senegal, el futbolista inauguró una nueva gasolinera y cerró el proyecto para abrir una nueva oficina de correos, lo que va a seguir beneficiando al pueblo.
Pero este no es el último acto de generosidad para con su pueblo de Mané, pues el ex jugador del Liverpool también ha establecido un cheque 70 euros para cada familia del pueblo, además de un cheque de 400 euros para los mejores estudiantes del instituto de Bambali, a los que también ha donado diferentes dispositivos electrónicos como portátiles y ordenadores de mesa para que se puedan mantener conectados.
El éxito deportivo no ha nublado la mente de este jugador de fútbol, que desde el primer momento ha sabido gestionar su dinero para compartirlo con los demás. Como él mismo dijo en una entrevista con TeleDakar, «¿Para qué quiero diez coches Ferrari, veinte relojes con diamantes y dos aviones? ¿Qué harán estos objetos por mí y por el mundo? Yo pasé hambre, trabajé en el campo, jugué descalzo y no fui al colegio. Hoy puedo ayudar a la gente. Prefiero construir escuelas y dar comida o ropa a la gente pobre».