Desde el comienzo de la pandemia del Covid, Marruecos mantiene cerrado este paso fronterizo del Barrio Chino.
Técnicos del Ministerio del Interior español y diversas empresas públicas ya han empezado a proyectar una reforma del puesto fronterizo del Barrio Chino, situado en una pedanía que separa la ciudad marroquí de Nador de la española Melilla.
Justo en esta zona, el pasado 24 de junio fallecieron 23 migrantes por aplastamiento y asfixia al intentar un salto de la valla masivo que acabó convirtiéndose en una desgracia humanitaria y política.
La reforma de este paso fronterizo será asumida al completo por España que la financiará con ayuda de los fondos europeos. Considerado el “peor puesto fronterizo de toda Europa”, este acceso al Barrio Chino desde Nador se encuentra inclinado en cuesta abajo lateral y con un pasillo tan estrecho que apenas cabe un hombre. Solo un torno permite el cruce de la frontera entre ambos países.
Actualmente esta entrada se encuentra cerrada ya que fue clausurada por Marruecos al comienzo de la pandemia y, por el momento, no se ha reabierto a la espera de que se acaben las obras de reforma de las fronteras africanas que el gobierno español tiene en marcha.
Entre las mejoras que se van a realizar en este paso fronterizo están la de dotar a las vallas con sistemas antitrepa y peines invertidos, así como la instalación de modernos sistemas de vigilancia con identificación facial y anotación de datos biométricos. Para esto también va a hacer falta la remodelación completa del edificio del Barrio Chino que data desde 1988 y solo se ha reformado en 2015.
El incidente del 24 de junio
El pasado 24 de junio a las 06.40 de la mañana, un grupo de más de 2.000 personas intentó entrar en España atravesando el diminuto paso del Barrio Chino de Melilla. Ante los intentos de la policía marroquí de detener el asalto y los intentos de los migrantes por intentar cruzar la frontera, muchos de ellos fueron aplastados.
En el momento, el balance de personas que habían resultado muertas fue de 18 pero días más tardes se descubrieron más cuerpos que habían sido aplastados por el intento de sus compañeros de saltar la valla para llegar a España. El conteo total llegó a 23 fallecidos.
Pese a que hubo muchos migrantes que consiguieron cruzar la valla, su futuro es incierto y seguramente acaben siendo devueltos a los campamentos de migrantes que hay en el lado de Marruecos o a sus países de origen