Más de una docena de embarcaciones que transportaban migrantes han sido rescatadas en diferentes puntos de las costas españolas en menos de 48 horas. En ellas viajaban decenas de personas que pretendían llegar a Canarias, Baleares y Murcia. Salvamento Marítimo de Fuerteventura ha anunciado el fallecimiento de una mujer sucedido antes de rescatar la embarcación de las aguas del Atlántico.
En esta misma embarcación, la última en ser rescatada, viajaban otras 56 personas que han sido puestas en manos de los servicios de emergencia para poder tratar los posibles problemas de salud derivados de la travesía, que han provocado el fallecimiento de la mujer.
El martes, también en Canarias, Salvamento Marítimo desembarcaba en el puerto de La Cebolla en Lanzarote, dos embarcaciones con 43 y 31 personas a bordo. Ese mismo día, a más de 2.000 kilómetros, la Guardia Civil interceptaba a otros 82 migrantes que llegaban a las costas de Mallorca e Ibiza.
También las Baleares, se localizaron otras dos embarcaciones con 12 y 14 personas respectivamente, que pretendían desembarcar en las Cala Saona de Formentera. Todos los rescatados eran de origen magrebí. En esta misma zona, por la mañana, fueron localizadas otras tres pateras con más de 50 personas a bordo que se suman a los 46 migrantes rescatados en aguas mallorquinas el pasado lunes.
En Alicante también se ha rescatado otra embarcación con una decena de migrantes a bordo que fueron localizados a 12,5 millas de la costa, mientras que en Murcia se han interceptado seis barcas en las que viajaban 57 hombres y un menor, todos de origen argelino.
Este masivo goteo de migrantes coincide con la misma semana que la Secretaría de Estado de Migraciones ha anunciado el incremento presupuestario de la políticas migratorias, que se traducirá en la creación de 17 centros propios de primera acogida con una capacidad para 6.100 personas, entre otras medidas.
Esto se suma a las 5.700 plazas que ya había desde el año 2019. Los centros se distribuirán entre Canarias, a los que corresponde siete, la Península, que contará con dos nuevos, además de otros ocho que pertenecerán a la red de Centros de acogida de protección internacional (CAPI).