La guardia costera griega ha anunciado que ha transferido temporalmente a los casi 500 migrantes que rescató en una operación dramática la semana pasada. Los 483 supervivientes, entre ellos 10 mujeres, 128 niños y nueves niñas, viajaban hacinados en un barco de pesca en ruinas que emitió una llamada de socorro el lunes por la noche mientras navegaba en las inmediaciones de la isla de Creta.
Los vientos huracanados que soplaban en ese momento en la costa griega dificultaron mucho la operación de rescate que, finalmente fue llevada a cabo con éxito gracias a la participación de una fragata griega, dos barcos de la guardia costera, cinco barcos mercantes cercanos y dos barcos pesqueros con la bandera italiana que se encontraban en las inmediaciones.
Todos ellos ayudaron a remolcar el pesquero de 25 metros en el que viajaban casi 500 personas hasta la pequeña ciudad de Palaiochora en Creta, tal como informó la agencia Associated Press.
Tras identificar a los migrantes que se encontraban en el barco, las autoridades griegas detuvieron a siete hombres de origen egipcio por tráfico de personas. Según la policía, sus investigaciones les identificaron como miembros de la tripulación del barco donde viajaban hacinados los migrantes.
Dentro del grupo había personas de Siria, Egipto, Pakistán, Palestina y Sudán, que habían decidido tomar la ruta de Creta, mucho más peligrosa que la del Mediterráneo central, a causa del control activo del resto del mar que está llevando a cabo la agencia de la Unión Europea, Frontex.
Grecia pide ayuda al resto de la Unión Europea
Tras anunciar que los migrantes fueron trasladados en ferry desde Creta hasta Grecia, el Ministro de Inmigración del gobierno heleno, Notis Mitarachi, pidió, en una carta abierta, ayuda al resto de países que conforman la Unión Europea para poder recolocar a los cientos de personas rescatadas.
En un mensaje dirigido a la Comisión Europea, Miratachi anima a “emprender y coordinar de inmediato una iniciativa de reubicación en respuesta a esta operación SAR [búsqueda y rescate], asegurando que la responsabilidad de salvar vidas en el mar sea compartida equitativamente entre los estados miembros”.
Precisamente Grecia anunciaba el pasado jueves 24 de noviembre un nuevo acuerdo con su país vecino africano, Egipto, que tiene como objetivo reducir la migración irregular a través del Mar Mediterráneo, así como coordinar un dispositivo de búsqueda más efectivo entre ambas naciones para poder rescatar a las personas que decidan lanzarse al mar.
A lo largo de este año, las autoridades de la Unión Europea ya han contado a más de 2.000 personas muertas en las aguas del Mediterráneo, considerada una de las más peligrosas del mundo. No obstante, algunas ONGs consideran que esta cifra es realmente mucho mayor, ya que hay cuerpos que nunca se llegan a recuperar.