El gobierno italiano continúa con su política de intentar acabar con la inmigración ilegal y plantea crear un “código de conducta” que obligará a cumplir a todas las ONGs que actúan en el Mediterráneo.
Tal como anunció el ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi, se introducirán nuevas leyes que obligarán a los barcos de las organizaciones no gubernamentales a llevar a puerto de inmediato a los migrantes rescatados, sin esperar a recoger más personas en el mar o trasladarlos a embarcaciones más grandes.
Este nuevo código, bautizado como “Decreto de Flujo”, podría estar a vigente a finales de año y se aprobaría como ley, a diferencia del código de conducta voluntario aprobado en 2017.
Según explica Piantedosi el objetivo principal de esta nueva ley es establecer una distinción clara entre los barcos que realizan rescates y los que se dedican a “búsquedas sistemáticas de personas en connivencia con los traficantes”.
“A menudo, el comportamiento de algunas organizaciones no gubernamentales parece estar orientado hacia una campaña organizada para traer inmigrantes que parten de Libia y otros países a Italia, en lugar de llevar a cabo rescates reales”, aseguraba el ministro.
La regla de que los migrantes rescatados sean desembarcados directamente en puerto estaría en línea de las convenciones internacionales que establecen que un rescate solo se completa una vez que las personas son llevadas a un lugar seguro.
Las ONGs que se esperen para solicitar un puerto seguro después de un rescate no podrán ingresar en los puertos italianos y si continúan infringiendo la nueva regulación podrían ser sancionados con multas económicas.
La respuesta de la ONG Mission Lifeline International
“Lo que se pretende con esto es claro. Estas nuevas reglas están diseñadas para restar deliberadamente capacidades de rescate mientras las personas luchan por sus vidas”, asegura Hermine Poschmann, miembro de la junta directiva de Mission Lifeline International.
“La interrupción de nuestras misiones después de cada rescate menor y el regreso inmediato a tierra también resultará inevitablemente en mayores costes de combustible y mucho más tiempo perdido”.
Así ha contestado esta ONG a la propuesta del gobierno italiano, justo después de haber conseguido llevar a puerto a 63 personas rescatadas en el Mediterráneo.
“Existe el riesgo de que la obligación de cumplir con el Derecho Internacional del Mar se vea completamente socavado”, advertía Axel Steier, miembro de la ONG, “con la histeria profundamente antihumana sobre el tema de la migración, existe el riesgo de perder los logros de la civilización y los derecho universales”.