A lo largo de los primeros diez meses de 2022, la Unión Europea recibió 790.000 solicitudes de asilo, un aumento del 54% en comparación con el mismo período del año pasado. Y aunque la cifra se mantuvo en niveles inferiores comparado con años como el 2015 y el 2016, se espera que siga en aumento a lo largo del 2023.
“Está bastante claro que el número creciente de solicitudes continuará en el futuro previsible”, asegura Nina Gregori, directora de la Agencia de Asilo de la Unión Europea (EUAA) en una entrevista con el grupo de medios Funke de Alemania.
“La inestabilidad y las amenazas a la seguridad humana no son temporales”, explicaba Gregori, “y los desarrollos geopolíticos de los últimos años han tenido un impacto directo en la necesidad de protección internacional, lo que ha provocado un mayor desplazamiento a la UE”.
Según la directora de la EUAA, más de 4,7 millones de personas han recibido protección temporal desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania. Lo que evitó “el colapso de los sistemas nacionales de asilo de los países europeos”.
Aun así, Gregori hizo un llamamiento a reformar las leyes de asilo y migración de la UE, ya los millones de registros han puesto a los sistemas de recepción europeos “bajo una presión considerable”. Pese a la guerra en Ucrania, la gran mayoría de solicitudes de asilo han llegado desde Siria, Afganistán y Turquía.
Berlín al límite de recoger refugiados
A lo largo de este 2022 ha habido un promedio de 230 personas al día llegando a Berlín desde Ucrania. Además de los 100 solicitantes de asilo que se registran cada día en la capital alemana.
Solo en 2021, se registraron un total de 7.762 solicitudes de asilo, según la Oficina Estatal de Refugiados alemana (LAF). Una cifra que se queda muy por debajo de las 12.362 personas que llegaron a Berlín buscando refugio en los primeros 11 meses de 2022.
Una situación que está poniendo en jaque a la capital alemana, que sigue buscando nuevas formas de poder dar refugio a todas estas personas que huyen de sus países natales. Por el momento, una de las medidas que se han tomado es crear más refugios de emergencia temporales como los que se están construyendo en los antiguos aeropuertos.
“Pero, por supuesto, eso no es lo ideal y no puedes ser una solución permanente”, aseguraba Franziska Giffey, alcaldesa de Berlín, que justo la semana pasada anunciaba la creación de un espacio adicional con capacidad para 3.000 personas en el antiguo aeropuerto de Tegel de Berlín.
El 22 de diciembre, se abrió otro refugio temporal con capacidad para 840 personas en el antiguo aeropuerto de Tempelhof.
A mediados de diciembre, el Parlamento Europeo y los estados miembros acordaron retomar las negociaciones del programa de reasentamiento de refugiados que lleva estancado seis años. Se trata de un programa voluntario sin cuota fija para los estados miembros que parte del Pacto sobre Migración y Asilo que se firmó en septiembre de 2020.
Según la agencia de refugiados de la ONU, en 2023 más de dos millones de personas necesitarán un lugar donde reasentarse, una cifra aún mayor que los 1,47 millones que han pedido asilo en 2022 en todo el mundo.