Rishi Sunak, el actual Primer Ministro británico sigue imparable en su camino por cumplir las promesas que hizo antes de llegar al poder y ahora pretende acabar con la llegada de barcas con migrantes irregulares a través del Canal de la Mancha.
Para ello, tanto él como su ministra del Interior, Suella Braverman, han sacado adelante una nueva ley, que ahora tiene que ser votada en el parlamento para su entrada en vigor.
Tal como ha explicado la propia Braverman en un vídeo colgado en Twitter, esta nueva ley no va a tener compasión con los migrantes que lleguen de forma irregular a través del Canal, prohibiendo su posibilidad de pedir asilo en Reino Unido y acelerando su retorno en deportaciones masivas a su país de origen, si este es seguro, y si no, a Ruanda.
El gobierno de Sunak se ha excusado asegurando que los británicos ya han ayudado a “miles de personas de Ucrania, Afganistán y Hong Kong” en los últimos años y que “no es justo” que personas que atraviesan Europa puede llegar de forma “ilegal a Reino Unido, saltarse la cola y aprovecharse de nuestro sistema”. “Esta ley va a poner fin a esto porque ya es suficiente”, asegura en el vídeo Braverman.
“La inmigración ilegal no es justa para el contribuyente británico, como no lo es respecto a aquellos que llegan al país de modo legal. Y no está bien que permitamos que las bandas criminales sigan practicando este tipo de comercio inmoral”, aseguraba el propio Sunak en una entrevista en el Mail on Sunday.
Las organizaciones humanitarias se posicionan en contra
“La mayoría de los hombres, mujeres y niños que cruzan el canal lo hacen porque están desesperados por huir de la guerra, el conflicto y la persecución. La legislación fallida del gobierno no va detener la llegada de embarcaciones y supondrá que decenas de miles de personas acaben retenidas en centros con un alto coste”, aseguraba en un comunicado Enver Solomon de la organización UK Refugee Council, la más activa en defensa de los derechos de los migrantes en Reino Unido.
En junio del año pasado, el gobierno británico, por aquel entonces dirigido por Theresa May, ya intentó fletar el primer avión con migrantes destino a Ruanda, pero este fue frenado en la pista de despegue por el Tribunal de Derechos Humanos de la Unión Europea.
Muchos han sido las celebridades, políticos y figuras públicas inglesas que han criticado la intención del gobierno de Sunak de “deshacerse” de los migrantes enviándoles a Ruanda, pero por lo que parece, el Primer Ministro tiene sus propios planes para frenar la inmigración irregular.