El 17 de junio de 2018, las 629 personas migrantes a bordo del buque Aquarius fueron rescatadas por España tras llevar a la deriva varias semanas por el Mediterráneo. Países como Malta o Italia se negaron a ofrecerles un puerto seguro y fue España quien le abrió las puertas desde el Puerto de Valencia. Sin embargo, cinco años después de su llegada, a pesar de sentirse agradecidos por la acogida del país, reclaman regularizar su situación: “Nos sentimos ya de aquí, somos valencianos de corazón, pero seguimos a la espera de regularización”. Así se ha expresado Moses Von Kallom, el presidente de la Asociación Aquarius Supervivientes, en una entrevista realizada por Europa Press.
El Gobierno Español, ante la negativa de otros países europeos de acoger a los pasajeros del Aquarius, les “invitó” a desembarcar en la costa Valenciana. Desde entonces, hace exactamente cinco años, la mayor parte de los migrantes que estaban a bordo del buque han permanecido en España y han destacado el carácter inclusivo del país: “Somos valencianos de corazón”. A pesar de ello, el presidente de Aquarius Supervivientes, ha recordado que el 80% de las solicitudes de protección internacional han sido rechazadas y ha recordado que su llegada a España fue legítima: “Vinimos aquí invitados, no entramos de forma irregular”.
En este sentido, Von Kallom ha manifestado que fue el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien, previo ofrecimiento del Ayuntamiento de València y la Generalitat, dio instrucciones para que el país acogiera a los más de 600 migrantes que viajaban a bordo del Aquarius en una Operación denominada “Esperanza del Mediterráneo”. El dispositivo estuvo integrado por más de 2.300 personas y fue seguido con expectación en directo gracias a la cobertura de más de 130 medios de comunicación. Tanto es así, que el Aquarius se ha convertido en un auténtico símbolo de solidaridad. La Generalitat recibió en dos días 2.515 llamadas y correos de ciudadanos que querían ayudar y prestar sus servicios en el rescate, así como de 70 abogados y más de 800 intérpretes de la Comunitat.
A pesar de la actitud acogedora del país, la mayoría de migrantes que llegaron siguen sin estar regularizados. Ante esta situación, Von Kallom, en representación a los pasajeros del Aquarius, ha reclamado la necesidad de buscar otras vías para poder solucionar su situación administrativa. Esto se traducirá en tener acceso a un puesto de trabajo y a una vivienda: “Cualquier migrante que viene a España solo quiere contribuir a la economía, no quieren vivir de ayudas, sino de su trabajo, ser autónomos y pagar impuestos”.
Situación actual
Aunque sí la mayoría, no todos los migrantes que llegaron a la península se han quedado en ella. Algunos se han desplazado hacia otros países europeos, como Francia y Alemania. De las 368 solicitudes de protección internacional que ha tramitado el Ministerio del Interior, 75 han sido aceptadas -de las que 63 han logrado el asilo-, 32 se han archivado por desistimiento del solicitante u otros motivos y 261 han sido desfavorables. Actualmente quedan seis solicitudes pendientes de resolución de personas de Mali, Nigeria y Togo.
La Asociación Aquarius
En cuanto a la situación concreta de Moses Von Kallon, no ha querido desvelar los motivos que le llevaron a tomar la decisión de abandonar su país natal, Sierra Leona, pero ha destacado que lo que más difícil le hizo su integración en España fue aprender el idioma. En este sentido, se siente agradecido con las distintas ONGs que le ayudaron a ello, como Cruz Roja, Valencia Acoge o ACCEM. En cuanto a su experiencia académica, no ha podido convalidar su título de Economía, por lo que se ve obligado a volver a estudiar la ESO y Bachillerato para poder acceder a la Universidad.
Durante los últimos años, ha fundado la asociación Aquarius Supervivientes, con la que ayuda a cualquier migrante que resida en España y lo necesite. En ella, voluntarios imparten clases de español y valenciano, hacen cursos y dan charlas en los colegios para divulgar sobre la historia de África. En este sentido, el próximo 24 de junio se celebrará una jornada lúdica y reivindicativa en el Puerto de València como agradecimiento por todas las vidas salvadas, pero también como homenaje a todos aquellos que no tuvieron tanta suerte y perdieron su vida intentando llegar a Europa: “Nosotros hemos tenido suerte, somos supervivientes, pero muchos han muerto en su búsqueda de una vida mejor”.
Esta exposición se enmarca dentro del evento “Por una vida digna” e incluirá diversos talleres y actividades: una feria solidaria de entidades; representaciones teatrales; exposiciones fotográficas; actuaciones musicales…